Anales AFA Vol. 31 Nro. 3 (Octubre 2020 - Enero 2021) 93-100
Astronomía y astrofísica
LA ORIENTACIÓN DE LAS IGLESIAS COLONIALES DE FUERTEVENTURA
THE ORIENTATION OF COLONIAL CHURCHES OF FUERTEVENTURA
M. F. Muratore
*1
y A. Gangui
2
1
Universidad Nacional de Luján, Departamento de Ciencias Básicas, Buenos Aires, Argentina.
CONICET Universidad de Buenos Aires, Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE),
Argentina.
2
Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Argentina. CONICET
Universidad de Buenos Aires, Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), Argentina.
Recibido: 09/03/2020 Aceptado: 18/05/2020
https://doi.org/10.31527/analesafa.2020.31.3.93 2020 Anales AFA
Autor para correspondencia: flormuratore@gmail.com
Resumen:
Empleamos las herramientas usuales de la Arqueoastronomía para abordar el estudio de orientaciones,
eventualmente astronómicas, de un grupo de iglesias cristianas coloniales. Presentamos resultados
preliminares del análisis de la orientación espacial precisa de medio centenar de ermitas e iglesias de la
isla canaria de Fuerteventura (España), la mayoría de ellas construidas desde el período de la conquista
normanda en el siglo XV hasta el siglo XIX. A pesar de que algunas pequeñas ermitas pertenecientes al
poder señorial de la isla y otras iglesias modernas no presentan un patrón de orientaciones bien
definido, la gran mayoría de las construcciones religiosas de la isla (unas 35 de las 48 analizadas) posee
sus ejes orientados dentro del rango solar, entre los acimuts extremos del movimiento anual del Sol al
cruzar el horizonte local. A diferencia de lo que fue hallado en otras islas del archipiélago, estos
resultados sugieren que la arquitectura religiosa de Fuerteventura sigue fielmente las prescripciones
contenidas en los textos de los escritores cristianos tempranos.
Palabras clave: orientación de iglesias, templos cristianos, Astronomía.
Abstract:
We use standard tools of Archaeoastronomy to approach the study of orientations, possibly
astronomical, of a group of colonial Christian churches. We present preliminary results of the analysis
of the precise spatial orientation of nearly fifty chapels and churches of the Canary Island of
Fuerteventura (Spain), most of them built from the period of the Norman conquest in the fifteenth
century to the nineteenth century. Although some small chapels belonging to the manorial power of the
island and other modern churches do not have a well-defined pattern of orientations, the vast majority
of the religious constructions of the island (about 35 of the 48 analyzed) have their axis oriented within
the solar range, between the extreme azimuths of the annual movement of the Sun when crossing the
local horizon. Unlike what was found in other islands of the archipelago, these results suggest that the
religious architecture of Fuerteventura faithfully follows the prescriptions contained in the texts of
early Christian writers.
Keywords: church orientation, Christian religion, Astronomy
I. INTRODUCCIÓN
Desde sus inicios, la Arqueoastronomía ha concentrado sus principales esfuerzos en el estudio de
construcciones históricas -como los megalitos europeos, las pirámides egipcias o los templos
mesoamericanos- y en indagar las posibles influencias de los cuerpos celestes en sus estructuras y
diseños. El estudio de orientaciones de las iglesias medievales fue también, desde siempre, otro de los
objetivos más frecuentados. En este último tema, una multitud de trabajos recientes (por ejemplo, el de
González-García y Belmonte
1
) muestra que las prescripciones para la orientación de los ábsides hacia
el oriente se siguieron de forma muy sistemática en toda Europa, al menos durante la Edad Media (Fig.
1).
A partir de textos antiguos sabemos que la orientación espacial de las iglesias cristianas históricas es
una de las características destacadas de su arquitectura,
2
con una visible tendencia a orientar los altares
de los templos en el rango solar. Así, el eje principal del templo, desde la puerta de entrada hacia el
altar, debe alinearse con los puntos en el horizonte por donde sale el Sol en diferentes días del año.
Entre estos días, hay una marcada preferencia por los que corresponden a los equinoccios
astronómicos, cuando los ejes apuntan hacia el este geográfico.
3
Aunque los investigadores se han dedicado preferentemente a analizar iglesias particulares de las islas
británicas y de Europa continental, concentrándose en sus orientaciones y eventuales eventos de
iluminación, poco a poco se han ido desarrollando estudios sobre la orientación de los templos en
períodos posteriores a la Edad Media y en regiones alejadas del centro europeo. Es en este contexto en
el que se inscribe nuestro estudio presente, pues como veremos una gran mayoría de las iglesias y
ermitas de la isla canaria de Fuerteventura comenzó a erigirse décadas después de la conquista y
colonización de la isla por los expedicionarios normandos que contaban con el beneplácito de la corona
de Castilla en los inicios del siglo XV.
4
En este trabajo ofrecemos un primer análisis de nuestros datos -recabados recientemente en un trabajo
de campo de medición de orientaciones, posiblemente astronómicas- de iglesias coloniales históricas
ubicadas en Fuerteventura. En continuidad con trabajos anteriores ya desarrollados en islas vecinas,
nuestra intención es indagar si en este territorio acotado, y ubicado lejos del gobierno central, se
respetaron -o no- los textos de los escritores y apologetas cristianos tempranos en lo que respecta a la
orientación ad orientem de la arquitectura religiosa.
5
FIG. 1: Histograma de acimut de orientación de una muestra de 167 iglesias prerrománicas de
España y Portugal construidas antes del año 1086 de nuestra era.
1
El gráfico muestra una clara
tendencia de estas iglesias medievales a orientar sus ejes hacia el este geográfico (acimut de 90
),
correspondiente al equinoccio astronómico.
II. LAS ERMITAS E IGLESIAS DE FUERTEVENTURA
Las primeras construcciones religiosas de Fuerteventura fueron pequeñas ermitas dotadas de un único
recinto y de factura sencilla. Un ejemplo es la ermita de San Isidro Labrador, edificada en el año 1714
en el pueblo de Triquivijate, dentro del municipio de Antigua (Fig. 2). Esta, como tantas otras, está
dotada de una planta rectangular, posee una fachada de frente plano y hoy está cubierta por un tejado a
tres aguas y teja al exterior. Muchas de estas ermitas cuentan con más de una puerta de acceso, como
San Isidro, cuya entrada lateral está abierta hacia el cuadrante sur, y tanto esta última como la portada
principal poseen sus vanos realizados en cantería clara que vienen rematados en arcos de medio punto.
A algunas de estas ermitas, con el correr de los años, se les fueron agregando capillas en la cabecera,
sacristías a sus lados y otros elementos de uso práctico. San Isidro, por ejemplo, cuenta en el lado
derecho superior de su fachada con una pequeña espadaña dotada de un único hueco, que hace las
veces de modesto campanario, realizada en cantería clara. Y en su lateral izquierdo una pequeña
sacristía se adosa al muro del evangelio, donde se comunica con la nave principal (Fig. 2).
FIG. 2: La ermita de San Isidro Labrador, en Triquivijate, es una de las construcciones típicas de los
templos cristianos de la isla. Una pequeña sacristía se conecta con la nave principal de la ermita, cuya
fachada muestra una modesta espadaña que oficia de campanario.
El pequeño templo de San Isidro Labrador, al igual que tantos que se construyeron en Fuerteventura,
fue sufragado por el pueblo. Y como este, muchos no estuvieron sujetos a planes de ejecución estrictos.
Por ello, tanto su planta como su estructura se levantaron -y con los años fueron creciendo- de acuerdo
con las necesidades del momento. Con el tiempo, algunas ermitas se ampliaron lo suficiente como para
adquirir un cierto carácter monumental, con portadas dotadas de grandes arcos de medio punto,
espadañas de uno o varios vanos con varias campanas y techos a dos o cuatro aguas, la mayoría de las
veces con tejas.
En aquellas ocasiones en que las iglesias no han sido aún oprimidas por la ciudad que crece a su
alrededor, los recintos permanecen rodeados por un amplio muro exterior almenado o barbacana, como
es el caso no solo de San Isidro (Fig. 3), sino también el de San Antonio de Padua en Lajares, el de
Nuestra Señora de Guadalupe en Agua de Bueyes, y el de varios otros templos de la isla. En el caso
particular de la ermita de Agua de Bueyes, sabemos que las puertas en su barbacana solo fueron
instaladas en 1792 con el fin preciso de evitar la entrada de ganado.
6
FIG. 3: La extensa barbacana que rodea a la ermita de San Isidro cuenta con dos entradas con
puertas de madera que enfrentan a los accesos al interior del templo.
Dado el elevado número de estas construcciones históricas, cercano a la media centena y por lo tanto
estadísticamente significativo, tenida en cuenta la pequeña extensión del territorio, de algo menos de
1700 km
2
(por hacer una comparación, menos de la mitad de la superficie de la isla San Pedro, en las
Georgias del Sur), decidimos trabajar en Fuerteventura como un nuevo caso de estudio en donde testear
la orientación de las iglesias canarias en los siglos inmediatamente posteriores a la conquista europea.
Este estudio es la continuación natural de un proyecto a gran escala que en los últimos años se ha
venido concentrando en la medición sistemática de iglesias y otros sitios de culto, dentro del marco de
la arqueología del paisaje, tanto en la Península Ibérica como en otras regiones de Europa y en
particular en las Canarias.
3,79
Parte de nuestra motivación es analizar si en la orientación de las ermitas
e iglesias en este territorio ha habido influencias de elementos propios de la población aborigen
prehispánica (los maxos o majoreros, de origen bereber), que en principio habría tenido unos patrones
de culto diferentes de aquellos de los colonizadores recién llegados.
10
En la Tabla 1 presentamos nuestros datos, obtenidos en una campaña de trabajo de campo donde se
cubrió la totalidad de la superficie de la isla (ver Fig. 4). En esta incluimos la información estándar de
cada iglesia o ermita, es decir, su identificación y sus coordenadas geográficas junto con su orientación,
dada por el acimut de los ejes de las construcciones medido en cada sitio, y luego corregido de acuerdo
con la declinación magnética local. Por último, se incluye la altura angular del horizonte tomada a lo
largo del eje de cada edificio en dirección al altar. Para aquellas iglesias cuyos horizontes en la
cabecera estaban bloqueados, por ejemplo, por edificaciones modernas (señaladas con B en la última
columna de la Tabla), planeamos realizar una futura reconstrucción del horizonte usando el modelo
digital del terreno disponible en www.heywhatsthat.com.
FIG. 4: Mapa con la ubicación geográfica de la totalidad de las iglesias medidas (señaladas con
círculos oscuros), junto con la orientación del eje de las construcciones en dirección al altar (flechas,
apuntando de acuerdo con los acimuts consignados en la Tabla 1). En los alrededores de la ciudad de
La Oliva, hacia el norte de la isla, hay cuatro construcciones geográficamente muy próximas (la
iglesia de La Candelaria y tres ermitas, todas con orientaciones diferentes), lo que explica la presencia
allí de círculos solapados (ampliamos la región en la figura insertada, incluyendo las cuatro flechas).
Algo similar ocurre en la Villa de Betancuria, en la región central, donde una iglesia, un convento y
una ermita se ubican a pocas centenas de metros y poseen orientaciones muy diferentes. Imagen de los
autores sobre un mapa cortesía de Google Earth.
Nuestros datos se obtuvieron con brújulas de alta precisión. Los valores de la declinación magnética
para distintos sitios de la isla oscilan entre 4
14’ y 4
21’ oeste. La precisión de nuestras medidas de
acimut magnéticos es de aproximadamente 0,5
, por lo que la diferencia en declinación magnética a lo
largo de la isla entra adecuadamente dentro de nuestro error. Como una corroboración adicional, se
verificó la totalidad de las orientaciones medidas con imágenes fotosatelitales.
En la Fig. 5 mostramos el diagrama de orientación para las iglesias y ermitas analizadas. Los valores de
los acimuts consignados son los medidos, e incluyen la corrección por declinación magnética en cada
sitio. Las líneas diagonales del gráfico señalan los acimuts correspondientes -en el cuadrante oriental- a
los valores extremos para el Sol (acimuts de 62,7
y 116,6
-líneas continuas-, equivalente a los
solsticios de verano e invierno boreales, respectivamente) y para la Luna (acimuts: 56,6
y 123,6
-
líneas rayadas-, equivalente a la posición de los lunasticios mayores).
FIG. 5: Diagrama de orientación para las iglesias y ermitas de Fuerteventura, obtenido a partir de los
datos de la Tabla 1.
A pesar de que algunas ermitas pequeñas y/o modernas se hallan orientadas en los cuadrantes norte y
sur, y por lo tanto se ubican fuera del rango solar, la gran mayoría de las construcciones religiosas de la
isla (unas 35) siguen la orientación canónica acomodando sus ejes entre los acimuts extremos del
movimiento anual del Sol al cruzar el horizonte local. Este resultado, si bien es coherente con el patrón
de orientaciones de grupos de iglesias de épocas anteriores típicas de los lugares de origen de los
colonizadores (Ref.;
5
ver Fig. 1), difiere notablemente de los resultados obtenidos en otras islas del
archipiélago canario y requiere una explicación.
III. ORIENTACIÓN CANÓNICA PERO SINGULAR EN CANARIAS
De las 48 orientaciones medidas en las ermitas e iglesias, 9 se dirigen hacia el cuadrante norte, 3 hacia
el meridional, 4 hacia el occidental y la gran mayoría (32) apuntan hacia el cuadrante oriental. De estos
dos últimos grupos, hay 35 construcciones cuyas orientaciones se ubican en el rango solar, ya sea a
levante (31) o a poniente (4).
TABLA 1: Orientaciones de las iglesias de la isla de Fuerteventura, ordenadas por acimut creciente.
Para cada construcción, la tabla muestra la ubicación, la identificación, la latitud y longitud
geográficas (L y l), el acimut astronómico (a) y la altura angular del horizonte medida (h), sin
corrección por refracción atmosférica, tomados a lo largo del eje del edificio en dirección al altar
(aproximados al 0.5º de error), con valores expresados en grados decimales. En la última columna, B
señala que el horizonte estaba bloqueado y por ello tomamos h = 0º. Los números de la primera
columna corresponden con aquellos anotados en la Fig. 4 del mapa con sus ubicaciones geográficas.
Nuestra muestra es representativa de toda la isla de Fuerteventura, y estos datos nos permiten inferir un
cierto patrón de orientación. Del diagrama de la Fig. 5 se distingue una orientación dominante en el
rango solar hacia levante. Como señalamos, este es un patrón esperable de acuerdo con los textos de los
escritores y apologetas cristianos tempranos. Sin embargo, esto difiere notoriamente del patrón hallado
previamente en otras dos islas ya estudiadas en Canarias: difiere de los resultados de Lanzarote, donde
una notable proporción de las iglesias se orientaba aproximadamente hacia el norte-noreste (con
“entrada” a sotavento) para evitar los vientos alisios dominantes del lugar.
3
Y también difiere de lo
hallado en La Gomera, donde se halló un patrón de orientación aproximadamente similar al de
Lanzarote, pero debido a una razón diferente. Se ha visto que en La Gomera la acumulación de
orientaciones en el cuadrante noreste se debe a las características orográficas de la isla, donde varios
grupos de templos se orientan siguiendo la dirección de un par de valles profundos entre aquellos que
marcan su “abrupta geografía”
11
y que se dirigen aproximadamente del sudoeste hacia el noreste.
9
Por el momento, entonces, nuestro estudio preliminar ubica a la isla de Fuerteventura en una posición
“singular” entre los demás miembros del archipiélago canario ya analizados, ya que los factores
“prácticos” y climáticos preponderantes en la vecina Lanzarote, u orográficos, determinantes en La
Gomera, no parecen estar presentes en esta isla, la más cercana al África continental.
Dentro del grupo de iglesias históricas que poseen una orientación canónica (en el rango solar) se
hallan las quizá más representativas de la isla, como ser la iglesia Santa María de Betancuria (número
32 en la Tabla), parroquia matriz de la Villa homónima y de todo Fuerteventura, cuya construcción fue
instruida por el mismo expedicionario normando Jean de Béthencourt, conquistador de la isla,
alrededor de 1410. Su eje principal se orienta con un acimut de 106,0
, lo que la ubica a un poco más
de una decena de grados hacia el sur del este geográfico. En la misma Villa capital, aunque de fecha un
poco posterior, se halla la iglesia del Convento Franciscano de San Buenaventura (núm. 18), del que
solo resta la sólida estructura y los muros de una reconstrucción del siglo XVII, posterior a los ataques
berberiscos, ya que su tejado no sobrevivió. Esta estructura de la iglesia conventual también está
orientada hacia levante con un acimut de 86,0
y a escasos grados al norte del este.
Otras iglesias históricas con orientaciones muy próximas al este son Santa Ana, en Casillas del Ángel
(núm. 13), cuyo eje tiene un acimut de 82,0
y, en la localidad de Lajares, la ermita de San Antonio de
Padua (núm. 25), con un acimut de 98,0
. Ambas construcciones datan de la última parte del siglo
XVIII
12
y distan menos de 10 grados del este geográfico. Por último, la Tabla nos muestra que tanto la
ermita de San José en Tesejerague (núm. 21; primera mitad del s. XVIII) como la de San Francisco
Javier en Las Pocetas (núm. 22; del año 1771, cf. Ref.
6
) tienen sus ejes orientados con acimuts
compatibles (en aproximadamente dos grados) con la dirección equinoccial.
Por otra parte, hallamos también dos iglesias que podríamos llamar “solsticiales”, una histórica y otra
moderna. La ermita Nuestra Señora del Socorro, en La Matilla (núm. 37)
6
data de 1716 y su eje se
alinea con la dirección del orto solar durante el solsticio de invierno boreal (con un acimut aproximado
de 116
). Mientras que el eje de la más reciente Nuestra Señora de Fátima, en La Asomada (núm. 45),
sigue la dirección del ocaso del Sol durante el solsticio de verano boreal (con un acimut de 298
,
aproximadamente), aunque también podría estar orientada hacia la salida del Sol en el solsticio de
invierno si, en lugar de considerar la dirección hacia el altar, tomamos la dirección contraria, hacia
donde se abre la puerta del templo, como se ha visto que sucede en islas cercanas.
8
Sin embargo, por el
momento estas son solo conjeturas, pues el mero de construcciones con estas características es
exiguo y no representativo del conjunto completo.
En lo que respecta a la decena de iglesias de la Tabla que se orientan en los cuadrantes norte y sur, y
por ello lejos del rango solar, creemos que, para muchas de ellas, hay razones prácticas que podrían
explicar sus orientaciones medidas, ya sea debido a sus orígenes como ermitas privadas de familias de
cierta relevancia en la isla o bien por sus ubicaciones frente a litorales marinos. Quedan algunas, por
supuesto, cuyas orientaciones por el momento no hemos podido comprender, pero que continuamos
analizando con la ayuda de documentos originales, como “Libros de Fábrica” o “Libros de Cuentas” y
demás fuentes secundarias.
6,13,14
Entre las ermitas cuyas orientaciones se distribuyen dentro del cuadrante norte tenemos varias ubicadas
en la región sur y costera de la isla. Tal es el caso de las ermitas Del Carmen, en Giniginamar (núm.
48), y San Pedro Apóstol, en Las Playitas (núm. 47). Ambas son de construcción moderna y abren sus
puertas en dirección al mar, y por ello es natural que sus altares estén orientados hacia el norte. La
ermita de Tarajalejo (núm. 41), sin embargo, aunque también está ubicada en la costa sur y no lejos de
Las Playitas, tiene su cabecera -y no su puerta- dirigida hacia la costa y es por ello que su acimut
medido se ubica a pocos grados del sur. Otra iglesia moderna ubicada en la zona sur de la isla es
Nuestra Señora de la Candelaria de Gran Tarajal (núm. 4). Su eje se orienta hacia el noreste y fuera del
rango solar, y muy probablemente sus constructores no repararon en la tradición arquitectónica
religiosa al edificar este gran templo ya inserto en una gran ciudad.
En nuestra muestra hay varias ermitas que se apartan de las orientaciones canónicas, y creemos que
esto en parte puede deberse a que fueron edificadas por particulares o por ser de factura muy reciente.
Tal es el caso de la ermita de la Capellania en La Oliva (núm. 5) que data de aproximadamente el año
1500 y que se piensa fue la antigua vivienda de un clérigo del lugar, y por lo tanto no deberíamos
esperar que haya sido muy estricto en obedecer las orientaciones tradicionales. En lo que concierne a la
iglesia de San Martin de Porres, en El Roque (núm. 2), o a la ermita de Cardón (núm. 6), orientadas en
dirección del cuadrante norte, ambas son de construcción reciente, y por ello entran en esta categoría
sin presentar demasiadas dudas. También la ermita de San Diego de Alcalá en la Villa de Betancuria
(núm. 40) puede entrar en la categoría de capilla privada. La tradición afirma que fue erigida en donde
se hallaba una pequeña cueva, sitio frecuente de oración del santo a mediados del siglo XV. Su
orientación es casi meridiana y muy alejada del rango solar.
En la Vega de Río Palmas y su continuación en el Barranco de las Peñitas tenemos dos templos que
comparten una historia de varios siglos.
15
La ermita del Malpaso (núm. 46) data del siglo XV y, como
lo indica su nombre, es de muy difícil acceso. Allí permaneció durante un tiempo la imagen de la
patrona de Fuerteventura, la Virgen de la Peña, que la tradición afirma que había sido traída desde
Francia por el conquistador normando Jean de Béthencourt para Betancuria, pero que luego había sido
escondida en las Peñitas para salvarla de los ataques berberiscos de fines del siglo XVI. Por la
dificultad de acceder a esa ermita, en el siglo XVIII se construyó la iglesia de Nuestra Señora de la
Peña (núm. 39), en Vega de Río Palmas, para comodidad de los devotos (Fig. 6).
FIG. 6: La ermita del Malpaso (izquierda) situada en el barranco de las Peñitas, de difícil acceso, y la
iglesia Nuestra Señora de la Peña (derecha), construida tiempo más tarde en Vega de Río Palmas, a
pocos kilómetros de la primera. Por motivos diversos, sus ejes se orientan fuera del rango solar.
Los ejes de ambas construcciones de esta vega se apartan mucho de las orientaciones canónicas. En el
caso de la pequeña ermita, la inspección del paisaje circundante nos indica que el movimiento del Sol y
el arco de sitios del horizonte por donde surge y se oculta durante el año fueron irrelevantes para sus
artífices (y su alto valor de “h” en la Tabla así lo confirma), pues se halla ubicada en la ladera de un
barranco profundo. Así, si bien es simple comprender que no hubo mucho margen de maniobras en la
orientación de la ermita de las Peñitas, la orientación sudeste y fuera del rango solar de la iglesia
posterior Nuestra Señora de la Peña, por el contrario, no fue adecuadamente documentada y es un tema
que requiere una mayor exploración.
Quedan aún por explorar los templos de El Cotillo, Guisguey y Corralejo, todos ellos ubicados en la
parte norte de la isla y con orientaciones fuera del rango solar. La ermita Nuestra Señora del Buen
Viaje, en El Cotillo, se halla cercana a la costa occidental (núm. 38) pero no hemos hallado referencia
alguna (topográfica, por ejemplo) que justifique su orientación. Data de 1680 (Ref.,
6
p. 322) pero su
fachada fue restaurada en 1834, como figura en el frontis de la iglesia. Su acimut de 132,5
se aparta en
más de 15 grados de la posición del Sol naciente del solsticio de invierno boreal y entre las fuentes
documentales no hay datos que revelen los motivos de esta orientación. Por otra parte, tanto San Pedro
Apóstol, en Guisguey, como Nuestra Señora del Carmen, en Corralejo, se orientan con acimuts
próximos al norte geográfico (núm. 3 y 1, respectivamente). San Pedro, en particular, está emplazada
en un valle al pie de una sierra de mediana altura y la cabecera de la ermita mira hacia esa elevación del
terreno. Sin embargo, aún no hemos podido hallar fuentes que detallen los planes de construcción
originales. La iglesia de Corralejo, por su parte, es de construcción moderna, pero quedan registros que
indican que la iglesia antigua, hoy desaparecida, habría estado emplazada en el mismo sitio y con
aproximadamente la misma orientación que la moderna. Fotos antiguas sugieren que la iglesia original
apuntaba su cabecera aproximadamente hacia el volcán Montaña Roja en la cercana isla de Lanzarote,
pero aparte de esto no quedan indicios que justifiquen su orientación.
Dejamos para un estudio futuro el análisis orográfico del territorio y su posible influencia en la
orientación de algunas ermitas, como por ejemplo las de La Caldereta, El Time o Vallebrón (núm. 12,
30 y 36, respectivamente), todas ubicadas en barrancos que se orientan atravesando la isla y van a dar a
su costa oriental. Esto incluirá un mapa topográfico detallado que permitirá poner en evidencia
aspectos del terreno que en esta -nuestra primera- aproximación no llegamos a considerar. Aunque al
momento no pensamos que la relevancia de la orografía se asemeje al caso ya considerado de La
Gomera,
9
un estudio completo del paisaje de Fuerteventura, especialmente de la región cercana a la
montaña (sagrada) Tindaya
7
o a otras chimeneas volcánicas prominentes, requiere que estos aspectos
sean tenidos en cuenta.
IV. PERSPECTIVAS DE TRABAJO FUTURO
La conquista de las canarias orientales comienza en el año 1402 comandada por los normandos Jean de
Béthencourt y Gadifer de La Salle y autorizada por el rey Enrique III de Castilla. Vienen acompañados
del sacerdote secular Juan de Leverrier y del monje Pedro le Bontier, líderes espirituales de la
expedición.
16
Tras llegar y asentarse en Lanzarote, la expedición lleva a cabo continuas incursiones en
la isla vecina. En 1404, Béthencourt y de La Salle fundan Betancuria, que se convierte en el primer
asentamiento de Fuerteventura y es designada su capital. Béthencourt más tarde regresa a la Península
para buscar el reconocimiento y nuevo apoyo del rey de Castilla. Pero a su regreso su aliado de La
Salle decide abandonar las islas. Aun así, en muy pocos años Fuerteventura queda controlada y la
nueva sociedad se desarrolla en un periodo de convivencia entre conquistadores y aborígenes.
Desde los primeros días de la colonia, la Parroquia Matriz de la que dependía toda la isla se hallaba en
Betancuria. En las décadas siguientes se fueron poblando otros centros urbanos y, lentamente, este
territorio insular vio el surgimiento de haciendas y caseríos. En gran parte de estas villas, la creciente
población fue acompañada por la construcción de pequeñas ermitas y templos cristianos que daban
cuenta de la nueva situación religiosa y social.
14
Como fue el caso de otros sitios del archipiélago canario, es posible que en algunos lugares las
primeras ermitas se orientasen con patrones de imitación del culto prehispánico, especialmente en
direcciones solsticiales.
10
Tal podría ser el caso de la ermita Nuestra Señora del Socorro en La Matilla
cuyo eje se orienta con un acimut de 116,0
, prácticamente coincidente con la dirección del Sol
naciente durante el solsticio de invierno boreal. Sin embargo, como ya mencionamos, esta es la única
construcción histórica que se alinea de esta manera y, hasta que no surja un más firme soporte
documental, ese hecho debilita el argumento. Debemos tener en cuenta, además, que el orto solar en
fechas cercanas al solsticio de invierno fue una orientación muy poco usada en el mundo ibérico
cristiano. Estos elementos, al momento, no nos permiten concluir nada seguro sobre posibles rastros de
patrones de orientación aborigen en las iglesias que aún quedan en pie.
Nuestros resultados preliminares muestran que la gran mayoría de las ermitas e iglesias medidas (un
73% del total) se orienta con acimuts que se acomodan dentro del rango solar y, entre estas,
prácticamente la totalidad (31 de las 35 construcciones canónicas) orientan sus altares hacia levante
(Fig. 5). En el grupo de estas últimas se cuenta la emblemática Santa María de Betancuria, pero
también varias ubicadas en otros núcleos urbanos históricos de relevancia, como por ejemplo Nuestra
Señora de Antigua, y las ya mencionadas Santa Ana en Casillas del Ángel, San Antonio de Padua en
Lajares y San José en el pueblo de Tesejerague.
Esta última, la ermita de San José (Tesejerague), de principios del siglo XVIII y que antes señalamos
como aproximadamente equinoccial, se halla emplazada en un valle del Barranco de los Corrales y se
ubica a los pies de una sierra de mediana altura. Esto hace que se vea rodeada por un horizonte
montañoso, sobre todo en dirección hacia el altar (con un “h” que supera los 10
). Sabemos que un
análisis completo de nuestros datos requiere tomar en cuenta la altura angular de dicho horizonte, pues
un perfil elevado detrás de la iglesia cambiará la fecha en la que el Sol en el horizonte podría alinearse
con su eje. Por el contrario, no esperamos que suceda algo similar con la ermita de San Francisco Javier
en Las Pocetas (también equinoccial) pues su “h” medido en dirección al altar es mucho menor.
Este estudio que señalamos para San José de Tesejerague, también deberá implementarse para toda la
muestra de ermitas de la isla. Un trabajo futuro, aún en progreso, nos permitirá combinar medidas
locales de acimut y altura angular para estimar la declinación astronómica, coordenada que ya no
dependerá de la ubicación geográfica ni de la topografía regional. El valor de esta coordenada
ecuatorial, calculado para un dado templo, una vez comparado con la declinación del Sol (que fija
aproximadamente un par de días en el año, o sólo uno en el caso de los solsticios), nos permitirá
verificar, entre otras cosas, si esta construcción histórica está o no orientada en una dirección que
coincide con la fecha de su fiesta patronal, y evaluar el peso estadístico de estos resultados. Como ya
mencionamos, este análisis, al igual que una investigación más exhaustiva de las fechas de
construcción de los templos en fuentes documentales, muchas aún desconocidas, está actualmente en
desarrollo y esperamos poder completarlo en poco tiempo más.
En nuestro análisis consideramos también la posible influencia de la topografía como determinante del
patrón de orientaciones, un elemento que ya fue verificado en estudios previos en La Gomera.
9
Sin
embargo, nuestras primeras estimaciones no muestran tal correlación. Si bien puede haber casos
particulares (por ejemplo, las ya mencionadas iglesias de Los Dolores o de La Merced, en La Caldereta
o El Time, respectivamente), o bien el paisaje terrestre volverse relevante para aquellas ermitas en
cabeceras de playa cuyos ejes son perpendiculares a la costa meridional de la isla, hemos verificado
que son pocas las construcciones que se adaptan a la geografía de sus sitios de emplazamiento o que se
orientan siguiendo las neas de nivel de los barrancos. Esto nos lleva a descartar, al menos de manera
preliminar, la idea de que con el correr de los años los constructores de los templos se hayan visto
impelidos a modificar la tradición canónica, como conjeturamos que sucedió en La Gomera donde el
territorio, mucho más abrupto, les jugaba en contra.
11
Sin embargo, consideramos que un análisis completo deberá incluir otros datos, aún en estudio
mediante mapas topográficos, relacionados con el perfil geográfico y la altura del horizonte circundante
a los templos religiosos. Un análisis estadístico con estos elementos nos proveerá la distribución del
número aproximado de iglesias por cada valor de declinación posible. Con esto podremos entonces
verificar fehacientemente si la acumulación de orientaciones en el diagrama de acimuts deja su marca
también en un histograma de declinaciones, que es, en fin de cuentas, aquello que nos señala la posible
influencia astronómica -en particular, relacionada con el movimiento del Sol- en la orientación de las
iglesias históricas.
Por último, sabemos que las islas vecinas Lanzarote y Fuerteventura, distantes en solo 10 km, están
sometidas al mismo flujo de vientos, los alisios provenientes del noreste. En un trabajo previo
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pudimos verificar que el patrón de orientaciones de Lanzarote era doble: con una alta proporción de
iglesias canónicas pero, asimismo, con una componente importante y estadísticamente significativa
orientada hacia el norte-noreste, que en su momento conjeturamos se debía a la intención de los
constructores a soslayar las molestias causadas por la arena desplazada por el viento en las regiones
cercanas al Jable.
En ese trabajo también aventuramos que quizás un patrón doble de orientaciones podría estar presente
en Fuerteventura. Sin embargo, en base a nuestras mediciones y de acuerdo con los primeros resultados
que hemos mostrado aquí, debemos desestimar esa idea. Nuestro análisis preliminar muestra de manera
robusta que la orientación de las iglesias majoreras es insensible al flujo de vientos u otro aspecto
climático que sí afectaba a su isla vecina.
AGRADECIMIENTOS
Los autores desean agradecer a sus colaboradores Juan Belmonte, Carmelo Cabrera, César González-
García y a los miembros de la AAF por iluminadoras discusiones en estos temas y por su apoyo y
gentileza durante el trabajo de campo. Este trabajo ha sido financiado parcialmente por CONICET, la
Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Luján y por los proyectos P/309307
Arqueoastronomía del Instituto de Astrofísica de Canarias y Orientatio ad sidera IV (AYA2011-66787-
P) del MINECO de España. M.F.M. es becaria doctoral de CONICET.
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