diante la puesta en común, y con la mirada experimentada
de un estudiante con mayor conocimiento que andamia el
aprendizaje de otros. Este soporte no tiene la dinámica de
clase tradicional ni es de asistencia obligatoria si no que es
de carácter libre y depende del interés y de la participación
activa de los propios estudiantes. Algunos expresan su crite-
rio sobre esta propuesta: “Creo que el problema de las tuto-
rías es que no son dictadas por profesores, la dictan alum-
nos, prefiero un profesor”. Muchos manifiestan haber par-
ticipado y las describen como un recurso pedagógico bene-
ficioso que la facultad ofrece: “Las tutorías sirven, muchas
veces cuesta conseguir o no se encuentra ni se puede pagar
un profesor particular y es un útil medio de apoyo para el
estudiante”, “Es fantástico el concepto de que un alumno
que pasó (y bastante recientemente) por esas mismas ma-
terias explique los fundamentos para entender y aprobar la
materia”.
Los tiempos de incorporación de estos elementos del en-
torno, en general, se logran a lo largo de la trayectoria de
la carrera dado que implican la construcción paulatina de
un vínculo de confianza con la institución y con el grupo
de pares: “Cuando arranqué, me costó un montón. Los pri-
meros tiempos tenía gastritis nerviosa, ahí tuve que hacer
un par de cambios. Empecé a hacer meditación, a correr,
a juntarnos con compañeros. Solos es muy difícil. Siempre
tratamos de incentivar el trabajo en equipo, de que este-
mos todos juntos, no soltarle la mano al otro: explicarle y
generar ese ambiente.”
Con el avance de la carrera se van sintiendo parte de la
institución: “Todos se sienten identificados, vienen conten-
tos. Tienen su lugar. Vienen, abren las aulas, toman mate,
es un ambiente particular que le da un toque distinto.” En
efecto, a medida que van avanzando en su trayectoria acadé-
mica, van incorporando elementos del entorno: “Sentirme
parte de la facultad para mí influye, primero en la relación
con el profesor, hay un trato distinto hacia los alumnos, per-
mite que uno se acerque a estudiar, a consultar dudas. . . Y,
por ejemplo, si uno no se siente muy cómodo no se queda-
ría a estudiar en un aula en la facu. Son cosas más básicas
pero que ayudan a que uno esté cómodo y estando cómodo
es más fácil estudiar”.
V. RESULTADOS
Los hallazgos mencionados nos permiten describir cier-
tas condiciones del aprendizaje por las que optan los es-
tudiantes de Ingeniería de esta muestra en el momento de
transitar su educación universitaria.
El enfoque propuesto, ya hace muchos años por Vy-
gotsky, ha demostrado el lugar central que tienen: la vi-
da social y los instrumentos de mediación en el desarrollo
de los procesos psicológicos superiores. El aprendizaje en
el contexto académico es un proceso psicológico superior
avanzado y requiere de habilidades organizadas socialmen-
te para su internalización (Baquero, 2001) [6]. Desde esta
perspectiva, la búsqueda de ayuda y los apoyos pedagógi-
cos que ofrece el contexto social tienen un valor estratégico
para el proceso de aprendizaje. Pintrich [7] además escribe
un modelo de aprendizaje regulado compuesto por diferen-
tes categorías, una de ella la denominada “Estrategias de
gestión de recursos”. Son aquellas que los estudiantes usan
para manejar y controlar su entorno, implican un conjun-
to de personas, elementos y circunstancias que lo rodean
e influyen en su comportamiento. Estas estrategias tienen
elementos de tipo cognitivo y metacognitivo. Las cogniti-
vas, como plantea Rinaudo [8], son acciones de importan-
cia decisiva que, para la realización de una tarea académica,
dadas por diferentes niveles de procesamiento, se emplean
para hacer avanzar la actividad intelectual hacia un objeti-
vo y las metacognitivas son las que permiten supervisar ese
avance y así lograr la autorregulación.
Las estrategias de gestión de recursos son utilizadas por
los estudiantes para manejar y controlar su entorno, inclu-
yen: personas, elementos y circunstancias del contexto. En
efecto, en este estudio surge mayoritariamente: el uso del
dispositivo grupal como metodología de estudio como tam-
bién el acceso a recursos que el entorno educativo ofrece.
El estudio en grupos colaborativos beneficia no solo a
quien recibe la explicación sino a quien la imparte. Esta es
una de sus mayores fortalezas porque la exigencia de po-
nerse en el lugar del otro para adecuar una explicación, lle-
va a la búsqueda de diferentes recursos y estrategias para
transmitir un saber y hacerse entender. Esta dinámica expli-
cativa requiere modificar los propios esquemas, promueve
un enriquecimiento del propio pensamiento y una reafirma-
ción de la comprensión de determinados temas. La variedad
de preguntas que efectúan los pares entre sí y la búsque-
da de soluciones contribuye a ampliar las posibilidades de
pensar y explicar determinados ejercicios. Ciertamente, se
propicia un tipo de intercambio dialógico que contribuye a
la superación de los desequilibrios cognitivos y al logro de
una re-equilibración mayorante. Se generan las condiciones
para un aprendizaje no de tipo mecánico y repetitivo sino
significativo, dado por un pensamiento reflexivo donde el
estudiante tiene un rol activo en la construcción de su cono-
cimiento.
En esta muestra los entrevistados presentaron dos pun-
tos de vista antinómicos con respecto a dos estrategias de
manejo de recursos: la organización del tiempo y el am-
biente de estudio. Es unánime la descripción sobre cómo la
dinámica grupal implica la renuncia al control personal del
manejo del espacio y tiempos propios. Sin embargo, para
muchos estudiantes el aprendizaje con pares contribuye al
logro de destrezas y habilidades, las cuales compensan los
perjuicios y renuncias. También surge la situación que la
discusión y el intercambio dialógico en grupos cooperativos
demanda tiempo, pero la confrontación y esfuerzo cogniti-
vo a largo plazo genera aprendizajes más profundos y dura-
deros. Para un grupo menor de estudiantes la significación
de la autonomía y la decisión sobre la gestión del tiempo
y el espacio personal son de una valoración tal que supera
los beneficios que el grupo pueda aportar. En función de
las ventajas y desventajas descriptas hay quienes optan por
una estrategia de estudio alternado: en grupo o individual,
esta decisión se basa en las características de la asignatura
y el lugar de la misma en la trayectoria académica de cada
estudiante.
El cumplimiento de metas académicas refleja los buenos
resultados que el grupo puede alcanzar y son esos objeti-
vos concretados los que reafirman la eficacia del funcio-
Miná et al. / Anales AFA Vol. 32 Nro. 1 (Abril 2021 - Julio 2021) 32-38 36