usando diversas técnicas y en un gran número de longitudes de onda [1] puesto que emiten radiación
que se extiende ampliamente en el espectro electromagnético: desde las ondas de radio hasta ondas
cortas y rayos gamma, mientras liberan energía en un rango de 1027 a 1033 erg.
El análisis estadístico de la energía liberada y la duración de las erupciones solares ha puesto en evi-
dencia que la distribución de frecuencias de ambas cantidades (entre otras) sigue la forma de una ley
de potencias que se extiende por varios órdenes de magnitud [2,3].
Durante los años ochenta, y a partir de sus trabajos sobre la reconexión magnética en plasmas, Eugene
Parker sugirió que este era el mecanismo que permitía relacionar la liberación de energía cinética con
el campo magnético coronal. Según la hipótesis de Parker los campos magnéticos coronales anclados
en el plasma fotosférico (altamente turbulento) sufren fuertes deformaciones que se acumulan for-
mando complejas hojas de corrientes. Cuando la intensidad de la corriente en dichas hojas aumenta
más allá de un cierto umbral el fenómeno de reconexión magnética domina (localmente) la dinámica
coronal y la energía magnética se libera en forma de energía cinética y energía térmica [4,5].
Para constatar la hipótesis de Parker es necesario resolver numéricamente las ecuaciones de la mag-
netohidrodinámica. Esta tarea resulta muy engorrosa puesto que la disparidad de escalas temporales
y espaciales a resolver en un mismo código es inabarcable con las simulaciones que la comunidad
dispone en este momento. Por ejemplo Dmitruk y Gómez [6] han desarrollado simulaciones numé-
ricas sobre un modelo de Parker bidimensional simplificado en el cual pudieron identificar eventos
intermitentes asimilables con avalanchas que han sido analizados en detalle [7].
El paradigma de la criticalidad auto-organizada (self-organized criticality, -SOC- [8]) es una alterna-
tiva menos costosa (desde el punto de vista computacional) y que puede usarse como una alternativa
para tratar el problema de la existencia de las erupciones solares y su comportamiento estadístico.
En 1991 Lu & Hamilton [9] propusieron que la corona solar se encuentra en un estado de criticalidad
auto-organizada y la dinámica del campo magnético coronal podría modelarse a través de un autómata
celular, pudiendo, de esta forma, explicar su comportamiento auto-similar. El impacto de este trabajo
en la comunidad fue inmediato y a lo largo de los siguientes 20 años se produjeron muchos trabajos
cuyo objetivo fue modelar de forma sencilla y eficaz las erupciones solares (ver Charbonneau, 2001
y numerosas referencias incluidas en dicho trabajo [10]) y obtener resultados que pudieran comparse
con las observaciones realizadas por misiones como SOHO, STEREO, AIA, etc. [3].
El mayor éxito del modelo de Lu & Hamilton puede asociarse a la posibilidad de calcular exponentes
críticos relacionados con la energía total liberada y a la duración de los eventos eruptivos en la corona
mientras que el cálculo de las distribuciones estadísticas del tiempo entre eventos waiting time ha
suscitado varios interrogantes discutidos extensamente [11,12].
En este trabajo retomaremos la discusión del problema de tiempo entre eventos para el caso del mo-
delo de Lu & Hamilton proponiendo nuevas definiciones operativas del mismo que, por otra parte,
resultan más afectivas a la hora de comparar los resultados sintéticos con las observaciones solares.
En la Sección 2se presenta el modelo de Lu & Hamiton; en la Sección 3se describen las simulacio-
nes realizadas en este trabajo. En la Sección 4se presentan las definiciones de tiempo entre eventos
utilizadas y los resultados obtenidos. También se discuten sus alcances y limitaciones. Finalmente, la
Sección 5está dedicada a las conclusiones.
2. MODELO DE LU & HAMILTON
El primer modelo de avalancha de erupciones solares fue planteado por Lu & Hamilton en 1991
(de ahora en más LH91). Esencialmente, se trata de una red de nodos interconectados (en 2 o 3
dimensiones) en cada uno se define una cantidad B(i,j). Es posible interpretar esta cantidad como
una medida del campo magnético de modo que B(i,j)2representa la energía magnética de red.
La Fig. 1muestra una grilla cartesiana bidimensional donde cada nodo interactúa con sus primeros
vecinos. Tiene tamaño lineal N=6 y, entonces, el número total de nodos es ND=36. Cada nodo
interior tiene 2D=4 primeros vecinos. Como condición de contorno se asume B=0 en los bordes
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