fabricantes, siendo todas genéricas. Es probable que fueran de inferior calidad que las modeladas en el prototipo virtual,
por lo que su capacidad de enfriamiento fuera menor.
En segundo lugar, en el análisis del prototipo virtual se consideró una temperatura ambiente de 25 ◦C, tanto para el
aire circundante como para el agua de los bloques refrigerantes de cobre. Habiendo considerado una delgada capa de
pasta térmica entre los bloques refrigerantes y las TEC (de 0,1 mm de espesor con una conductividad térmica de 4
W/(m×K)), la temperatura esperada de las placas cerámicas calientes de las TEC era de ∼ 25 ◦C. La temperatura medida
para esta superficie fue, en cambio, de 40 ◦C. El hecho de que la temperatura medida fuera tan elevada podría explicarse,
por un lado, por un mal contacto térmico entre el bloque refrigerante y la TEC. En particular, el surco maquinado en la
superficie del bloque refrigerante para alojar el termistor reduce su capacidad de extracción de calor en esa zona,
recalentándola. Por otro lado, los ensayos experimentales presentados en este trabajo se realizaron en el período estival,
y el agua a la entrada de los bloques refrigerantes se encontraba a 31 ◦C. A pesar de haber utilizado módulos TEC
genéricos, se analizaron, a modo de referencia aproximada, las hojas de datos provistas por los fabricantes
Thermonamics Electronics y Hebei I.T. [17, 18] para evaluar el efecto de la temperatura del lado caliente de la TEC en
la temperatura alcanzada por el lado frío. De acuerdo con estas hojas de datos, aplicando 5 A y con el lado caliente a 50
◦C, el lado frío de las TEC estará a una temperatura ∼ 20 ◦C más elevada que si el lado caliente se encontrara a 27 ◦C.
En tercer lugar, a partir de las temperaturas medidas en los lados fríos y calientes de las TEC, y de las hojas de
datos, se estimó que cada TEC absorbe un flujo de calor de entre 15 y 20 W en régimen estacionario. A pesar de que las
TEC empleadas son de otros fabricantes, por lo que es posible que dichos valores estén sobreestimados, el flujo de calor
es sensiblemente mayor a los 2 W calculados para el prototipo virtual. Esto indica que el flujo de calor entrante a las
superficies frías de la trampa fabricada es mucho mayor que en el escenario simulado.
De este análisis se desprenden tres oportunidades de mejora de la trampa:
Evaluar la adquisición de TEC con características garantizadas por su fabricante.
Mejorar el desempeño de las TEC aumentando su capacidad de extracción de calor al ambiente. Esto incluye,
mejorar la conductividad térmica entre los bloques refrigerantes y las TEC, controlando el caudal y la
temperatura del agua y/o evaluando otras tecnologías disipación de calor como, por ejemplo, ventilación forzada.
Investigar las causas del flujo de calor entrante a las superficies frías del dispositivo físico, que exigen a las TEC
más que en el prototipo virtual.
De la Tabla 1, se desprende también que las paredes internas de la T se encuentran a una temperatura sensiblemente
mayor a la de las caras frías de las TEC laterales (4 ◦C), en contraposición a los valores similares estimados para el
prototipo virtual. En las simulaciones se había considerado un contacto térmico perfecto entre la T y los bloques de
aluminio que lo recubren. En la práctica, el maquinado de los bloques de aluminio no siguió el perfectamente el
contorno de la T. La unión entre estas piezas fue rellenada con pasta térmica de 0,6 W/(m×K) de conductividad térmica
[19] (dos órdenes de magnitud menores a la del acero inoxidable) y es posible que hayan quedado regiones con aire
remanente. Esta resistencia térmica es la que produce la diferencia de temperatura entre T y las caras frías de las TEC
laterales.
De este análisis se concluye que resulta crucial optimizar la conductividad térmica entre el bloque de aluminio y la
T para enfriar las superficies internas de la T que atrapan contaminantes. Una alternativa sería maquinar ambos, bloques
y T, a partir de una única pieza maciza.
Finalmente, en la Tabla 1 se observa que, en el prototipo virtual, las caras frías de las TEC superiores alcanzaban
menores temperaturas que las de las laterales: −50 ◦C y −42 ◦C, respectivamente. Esto se debe a que, en el modelo, las
piezas de cobre conectadas a las TEC superiores (hélice con su eje, varilla vertical y placa de cobre) están en gran
medida aisladas térmicamente del resto de la trampa y del ambiente. En contraposición, en el prototipo físico se midió
una temperatura de −11 ◦C para las caras frías de las TEC superiores y de −16 ◦C para las caras frías de las TEC
laterales, revelando la presencia de algún puente térmico entre las piezas de cobre a enfriar y el ambiente u otras partes
de la trampa fría. A continuación, se discuten los posibles orígenes de tales puentes térmicos.
En el modelo, las únicas piezas de cobre que están en contacto físico con otras partes de la trampa son: i) la placa de
cobre, en contacto con el aislante de poliuretano, y este con el acrílico, ii) la varilla vertical con dos O-rings y, iii) el eje
de la hélice con los soportes de PTFE.
En el prototipo físico, el aislante de poliuretano fue removido durante la caracterización térmica debido a la
compleja manipulación del dispositivo con los termistores montados. Por ello, la placa de cobre estuvo en contacto
directo tanto con el aire a temperatura ambiente, por donde ingresaba un flujo de calor por convección, como con la
placa acrílica -cuya conductividad térmica es mayor a la del aislante de poliuretano-, transmitiéndose calor por
conducción.
Asimismo, tanto la silicona de los O-rings, como el PTFE de los soportes, son materiales de alta resistividad
térmica. En el trabajo previo, se había modelado el prototipo virtual con conductividades térmicas típicas reportadas en
la literatura. En este trabajo, se realizó un análisis de sensibilidad del modelo, variando las propiedades de la silicona y
del PTFE, para evaluar si la calidad de los aislantes del prototipo físico pudiera estar afectando fuertemente su
capacidad de enfriamiento. Sin embargo, las nuevas simulaciones demostraron que ni los O-rings de silicona, ni los
soportes de PTFE actúan como puentes térmicos.
A pesar de que la trampa fue diseñada para que las piezas de cobre no entraran en contacto físico con otras partes, es
posible que, en el prototipo fabricado, la hélice estuviera en contacto con la T. Para evitar el paso de vapores entre la