I. INTRODUCCIÓN
Al analizar las variaciones del campo geomagnético debe tenerse en cuenta que el mismo está compuesto por con-
tribuciones debido a fuentes de origen interno y externo [1]. Además, puede observarse que sus variaciones temporales
tienen lugar en escalas de tiempo que va desde los segundos a los millones de años [2]. El campo de origen interno se
compone por la contribución llamada “principal” y la correspondiente a la litósfera. El primero se genera en el núcleo ex-
terno, mientras que el segundo resulta de la superposición de la magnetización remanente e inducida de los materiales que
constituyen las rocas de la corteza y el manto superior [3]. El campo de origen externo se debe a corrientes ionosféricas y
magnetosféricas, siendo el principal actor en las variaciones de origen externo el Sol [1] .
Las variaciones temporales llamadas variación secular (SV por su sigla en inglés) son aquéllas que pertenecen a la
escala de tiempo entre algunos años y cientos de años [4]. Estas variaciones son distintas en un sitio que en otro. Para
determinar la variación secular de las componentes del campo se usan los valores promedios anuales de las observaciones
de los elementos geomagnéticos y se calculan como la derivada primera entre los valores medios anuales [5]:
SVj(tm −0,5) = Bj(tm)−Bj(tm −1),(1)
ésto es la variación secular componente j centrada en tm−0,5 , donde el intervalo de tiempo tm es un año.
La SV también puede presentar un comportamiento “irregular”, un cambio abrupto en su tendencia. Este fenómeno tiene
lugar en la escala de tiempo entre los años y las décadas. Son los impulsos seculares o “jerks geomagnéticos” [6]. Estos
cambios fueron estudiados desde 1978, donde se describe al jerk de 1970 como un cambio abrupto, un punto de separación
entre dos comportamientos lineales de la componente analizada. Malin y Hodder [7] sugirieron que los impulsos tenían
su origen en el comportamiento del campo de origen interno. Alldredge [8], discutió sobre la posible influencia de alguna
componente de origen externo presente en los registros de las estaciones. Finalmente, mediante los estudios utilizando
wavelet de Alexandrescu et al. [9] y el análisis en esféricos armónicos de Le Huy et al. [10] fue confirmado el punto de
vista de que los impulsos seculares son de origen interno. Estos impulsos, postulados como debido a interacciones entre
el manto y el núcleo externo, pueden identificarse en la SV por tener forma de V o de V invertida [6] y, además, pueden
no ser observados en todas las componentes en todas las estaciones geomagnéticas.
Al revisar el comportamiento de los impulsos seculares durante algunas décadas se puso en evidencia que los mismos
se presentan a intervalos de entre tres a seis años, algunos tienen impacto global y otros local [11]. Se pueden hallar
“adelantados” en el hemisferio norte y “atrasados” en el hemisferio sur [12] por motivos que se le atribuyen a las caracte-
rísticas intrínsecas del geodínamo (ver por ejemplo, el mapa del estudio del jerk de 1969 en el trabajo de De Michelis y
Tozzi [12]).
Actualmente han sido identificados una serie de impulsos para los años 1901, 1913, 1925, 1932, 1938, 1949, 1958,
1969, 1978, 1986, 1991, 1999, 2003, 2006, 2014 y 2017 (ver Bhardwaj y Subba-Rao [13] , Torta et al. [14]).
Algunos de los autores mencionados han analizado los impulsos seculares estudiando los promedios mensuales en lugar
de los promedios anuales de los registros de las estaciones. Esta elección depende de lo que se intente estudiar, de acuerdo
con Pinheiro y Travassos [15]: si se desea atenuar las contribuciones externas se toman los promedios anuales mientras
que si se desea precisar el momento del impulso secular se toman los promedios mensuales [15]. Más aún, distintos
impulsos observados en una misma región pueden comportarse en forma diferente (ver Kotzé [11] y referencias en ese
trabajo).
La comprensión de este fenómeno es de gran importancia en los estudios del interior terrestre porque proveen informa-
ción tanto de la dinámica del núcleo como, posiblemente, de la conductividad eléctrica del manto [16,17]. En los últimos
años han sido propuestos diversos modelos para explicar este fenómeno: por ejemplo asociados a aceleraciones en el flujo
del núcleo externo (ver por ejemplo Silva y Hulot [18]) y otros que sugieren que son expresiones de un comportamiento
más “impredecible” del campo magnético principal [19]. El modelo más reciente es el publicado por Aubert y Finlay [20],
ellos lo explican “como la propagación de paquetes de ondas magnetohidrodinámicas que cuando alcanzan la superficie
del núcleo enfocan su energía a lo largo de las líneas de campo hacia el plano ecuatorial produciendo los cambios que se
observan”.
En lo relacionado a los registros de las estaciones bajo análisis, en los trabajos de Gianibelli et al. [21] (1988), Gianibelli
y Cabassi [22] (2001) se hallan algunos antecedentes para los estudios del comportamiento secular de los registros entre
1965-1987 para LAS y entre 1993-1999 para TRW, respectivamente. Ellos describen un comportamiento parabólico
para el polinomio de ajuste de la serie de promedios anuales de los registros en las estaciones. Además, Gianibelli [23]
realizó un estudio de la tendencia lineal de la variación secular y su pronóstico para el año 2100. En ese trabajo incluyó
los observatorios situados en Islas Argentinas AIA, ORC, TRW y PIL, contando con información hasta el año 2001,5
para PIL y ORC, y 2006,5 para TRW. Además, señalan que el hecho de que ajustaran adecuadamente la SV mediante un
modelo lineal está asociado con que la serie de los valores promedios anuales mostraran mejor ajuste mediante polinomios
de grado 2.
Es importante remarcar que tanto en los trabajos ante-riormente mencionados como en Bhardwaj y Subba-Rao [13] ,
existen antecedentes del ajuste de la serie de los promedios anuales mediante polinomios de alto grado.
Por otra parte, siempre en relación a los registros en la ROMP, tanto Alexandrescu et al.[9] como Pinheiro et al.
[24] han estudiado los impulsos seculares, incluyendo los de 1969, 1978, y 1991 que han sido detectados globalmente.
Sallago / Anales AFA Vol. 35 Nro. 2 (Junio 2024 - Septiembre 2024) 38-52